martes, 6 de agosto de 2013

Un capricho al sol



Hoy me siento muy afortunada… No, no me ha tocado la lotería, para eso tendría que echarle. Pero, os lo repito: me siento afortunada. Y es que hay una frase muy manida que dice: quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Y por eso hoy me siento la persona más rica del mundo. Hecho la vista atrás y recuerdo a todas las personas que he conocido en mi vida y con las que sé que a pesar de la distancia, el tiempo o las circunstancias podría contar siempre.

Bueno, como no os quiero aburrir con la importancia de la amistad y lo mucho que significa conservar a esas personitas que llamamos amig@s, voy directamente al grano para que lo entendáis todo mucho más rápido.

En mi anterior post os lo decía, el verano hay que exprimirlo al máximo. Para mí suele ser una época de reencuentros. Y precisamente, estos son los dos conceptos que uní hace un par de semanas: reencuentros y amistad. ¡¡Imaginaos la bomba resultante!!





Las cuatro amigas que hace unos años optamos por la profesión más bonita nos reencontramos hace unas semanas en la Costa del Sol. En Marbella. Pero antes de traeros un trocito de sus playas, dejarme que os presente a alguien.

Se trata de mi amiga Joana que, al igual que yo, ha decidido embarcarse en este curioso y apasionante mundo bloguero. Os animo a que conozcáis su blog: My fair lady. En él podréis viajar, saborear o estar a punto para cualquier momento del día o de la noche. Bueno, pues ahí os lo dejo. Espero que os guste tanto como a mí. Ya me contaréis que os parece mi propuesta
Hoy, sin su permiso, os voy a mostrar un lugar exclusivo que conocimos de su mano en la costa marbellí durante nuestro reencuentro. Un sitio para relajarse en Marbella. No sé si alguno había pensado en pasar sus vacaciones en la Costa del Sol, pero para los que lo tengáis en la lista de tareas pendientes, aquí va un capricho al que los más osados no podréis negaros.




Trocadero. Así se llama. Es un restaurante en la playa. Los precios son bastante elevados, por lo que nosotras optamos por degustar sus deliciosos cócteles hechos con fruta fresca. Una delicia para el paladar, os lo aseguro. La variedad es muy amplia: coco, piña, horchata, fruta de la pasión, melón… o todo a la vez.

El sitio, en primera línea de playa, tiene unas vistas fabulosas del mar, que es posible admirar tumbada… a más puro estilo princesa por un día. Y es que… ¡todos nos merecemos un caprichito!

Como os digo, no es el low cost que todos buscamos, pero un día es un día. Y hoy, como os digo, me siento afortunada. ¡¡¡Gracias amig@s!!!